La selección femenina venezolana en categoría Sub-20 fue eliminada tras "empatar" con su similar de Colombia, lo que pocos saben es la condición en la que nos empataron, totalmente injusto y digno de una crítica ácida.
Cuando se va a un Suramericano se va con ánimos de ganar y traerle alegrías a tu país y a todos lo que te ayudaron a alcanzar con perseverancia la selección Nacional, sin embargo cuando acciones como las ocurridas en ese partido contra la oncena neogranadina, dejan un mal sabor de boca y la firme convicción de que el fútbol venezolano es totalmente irrespetado y mucho más a nivel femenino. La colegiada Peruana encargada de arbitrar este encuentro no tuvo ni una gota de vergüenza por ejemplo al indicar 6 minutos agregados en el segundo tiempo (cabe destacar que nuestra selección estaba venciendo 2 por 0 a las cafeteras), a las colombianas les había costado lograr un gol para acortar distancias (2-1), pero no contaban con que la peruana les echaría una mano minutos más tarde cuando sin pensarlo dos veces pitó un dudoso penalty a favor de las colombianas logrando de esa manera la paridad del asunto.
Muy bien, nos preguntamos de nuevo remontándonos a los años anteriores donde nuestra selección se veía indebidamente afectada por el arbitraje (además que nuestro nivel no era tan bueno y de ahí se aprovechaban), ¿en dónde está el respeto por las jugadoras?. Cuando las cosas se hacen bien y ocurren acciones de este tipo, es un punto negativo importante que se considera momentaneamente en el cerebro de las personas, mucho más en unas chamas, que a pesar de ser profesionales, sienten y padecen.
Nos perdemos un chance más pero siempre quedarán las experiencias que les servirán a ellas y a las de relevo a aprender y a superarse.
Hace falta sin duda un poco más de atención en las muchachas del balompié nacional, así como se han hecho módulos para los chicos, deberían tomarse las mismas acciones para darle oportunidad de mostrar su talento a los dirigentes.
Cuando se va a un Suramericano se va con ánimos de ganar y traerle alegrías a tu país y a todos lo que te ayudaron a alcanzar con perseverancia la selección Nacional, sin embargo cuando acciones como las ocurridas en ese partido contra la oncena neogranadina, dejan un mal sabor de boca y la firme convicción de que el fútbol venezolano es totalmente irrespetado y mucho más a nivel femenino. La colegiada Peruana encargada de arbitrar este encuentro no tuvo ni una gota de vergüenza por ejemplo al indicar 6 minutos agregados en el segundo tiempo (cabe destacar que nuestra selección estaba venciendo 2 por 0 a las cafeteras), a las colombianas les había costado lograr un gol para acortar distancias (2-1), pero no contaban con que la peruana les echaría una mano minutos más tarde cuando sin pensarlo dos veces pitó un dudoso penalty a favor de las colombianas logrando de esa manera la paridad del asunto.
Muy bien, nos preguntamos de nuevo remontándonos a los años anteriores donde nuestra selección se veía indebidamente afectada por el arbitraje (además que nuestro nivel no era tan bueno y de ahí se aprovechaban), ¿en dónde está el respeto por las jugadoras?. Cuando las cosas se hacen bien y ocurren acciones de este tipo, es un punto negativo importante que se considera momentaneamente en el cerebro de las personas, mucho más en unas chamas, que a pesar de ser profesionales, sienten y padecen.
Nos perdemos un chance más pero siempre quedarán las experiencias que les servirán a ellas y a las de relevo a aprender y a superarse.
Hace falta sin duda un poco más de atención en las muchachas del balompié nacional, así como se han hecho módulos para los chicos, deberían tomarse las mismas acciones para darle oportunidad de mostrar su talento a los dirigentes.
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