Si hay alguien que no se va liso de un estadio sin que le echen su buen reclamo, son los árbitros, todos en absoluto, los cuatro... ah! ¿no sabían que son cuatro árbitros? Dos jueces de línea, un principal y el que los supervisa a los otros tres, nunca se sabe quien es peor.
El domingo 21/10 en el estadio Hermano Ghersi de Maracay (sí, tiene equipo señores) nos dimos cita todos los hinchas del Aragua FC a las seis de la tarde, nos enfrentaríamos con Portuguesa FC, pero el día anterior ya habíamos hecho la búsqueda exhaustiva de siempre para saber quien le tocaría ser juez principal del encuentro y para nuestra desgracia el designado por la FVF sería, Candelario Andarcia. Ya todos los que conocemos grosso modo la liga, sabíamos a que atenernos, además la experiencia del conjunto Aurirrojo (los colores aragüeños) frente a este “colegiado” nunca ha sido buena, ni regular, siempre ha sido pésima, y esta vez no sería diferente.
Así como podemos basarnos en un solo “colegiado” podríamos hacer historias enteras con el resto de los que intentan ejercer como árbitros de la liga venezolana, en vez de impartir justicia y sus reglas cada vez deterioran más el espectáculo creyéndose protagonistas de la cancha.
Hay que tomar cartas en el asunto, las directivas de los equipos no hacen prácticamente nada para que esto mejore, entonces nosotros los fieles espectadores tenemos que empezar a velar por lo que es nuestro porque al fin y al cabo esto lo construimos nosotros mismos, los hinchas.